Milán está llena de lugares insólitos y monumentos escondidos, con historias o leyendas que se pasan de boca en boca. Si te gusta descubrir lugares fuera de los circuitos turísticos tradicionales, te traigo un mapa de sitios secretos para conocer Milán de manera diferente.

 

Un Milán insólito, misterioso, se esconde ante los ojos de quien la recorre con prisa. Esculturas extravagantes, iglesias extrañas o desbastadas por las bombas, animales mitológicos, encuentros con el diablo o costumbres locales raras: ¿Qué ver en Milán? Tomá nota:

 

1. La “Ca’ de l’Oreggia”

En la puerta principal del Palacio Sola Busca, una oreja de bronce sobresale de la pared. Se trata de un timbre de bronce (uno de los primeros timbres de Milán) realizado por el artista Adolfo Wildt en la década del ‘30. Se dice que si uno le susurra a esta oreja hasta el más mínimo detalle cuáles podrían ser sus deseos o sueños, éstos podrían hacerse realidad algún día.

Calle Serbelloni 10

 

2. La estatua de la libertad de piazza Duomo

El Duomo de Milán tiene más de 3 mil estatuas, la mayoría de ellas en su exterior. Una de ellas inspiró a Frederic Auguste Bartholdi para crear la Estatua de la Libertad en Nueva York en 1885. Justo encima de la puerta central, en el lado izquierdo, se encuentra esta estatua que fue realizada en 1810, por Camillo Pacetti.

Piazza Duomo

 

3. La Casa degli Omenoni

Estas imponentes esculturas masculinas representan los linajes de los bárbaros derrotados -Svevo, Quado, Adiabene, Parto, Sarmata y Marcomanno- y se inspiran en los de la antigua Roma. Leone Leoni, propietario del palacio y promotor de su renovación, era un escultor en la Milán del 1542 y un gran amante del arte. Estas esculturas, son una joya del Renacimiento.

Via degli Omenoni, 3

 

4. La iglesia de San Bernardino alle Ossa

Una iglesia llena de cráneos y huesos humanos. Esta iglesia es muy antigua, y de la decoración rococó se dice que los huesos de este lugar son de santos y mártires, pero es más probable que sean de personas que murieron en el hospital que se encontraba cerca en la Edad Media. Si dejas un mensajito para tu ser querido entre los huesos, es probable que lo lea desde el más allá.

Piazza Santo Stefano

 

5. Las columnas del diablo de San Ambrogio

En el exterior de la Basílica de Sant’Ambrogio podemos encontrar en una de sus columnas, una piedra cortada con dos agujeros claramente visibles. Cuenta la leyenda que fueron los cuernos del diablo al caer, luego de una pelea con San Ambrogio, el santo de Milán. Hay quienes aseguran que los agujeros suelen emanar olor a azufre y hasta hay quien sostiene que se escucha el ruido del infierno.

Piazza Sant’Ambrogio, 15

 

6. Unicornios en San Maurizio al Monastero

Esta iglesia es considerada la Capilla Sixtina de Milán por su extraordinaria belleza. En su interior, los frescos renacentistas deslumbran a sus visitantes. Uno de ellos, relata la historia del Arca de Noé y un detalle llama la atención: entre los animales que embarcan, hay también una pareja de unicornios. ¿Prueba histórica de su existencia?

Corso Magenta, 15

 

7. La capilla de la Virgen del delantal (della Madonna del Grembiule)

Milán todavía tiene algunas heridas de lo que dejaron los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Una de ellas es la Capilla de Nuestra Señora del Delantal, adyacente a la iglesia de Santa Maria alla Porta. La capilla fue destruida por una bomba en 1943 pero ha quedado en pie altar, el suelo de mármol y el fresco de la Virgen.

Via Santa Maria alla Porta

 

8. Las heridas de la puerta del Duomo

También en la II Guerra Mundial, aunque la catedral no fue alcanzada por bombas de gran potencia, sí sufrió daños durante los bombardeos aéreos. Su puerta central de bronce aún muestra algunas “heridas” de los fragmentos de las bombas que explotaron en las cercanías.

Piazza Duomo

 

9. La familia Campari

El famoso aperitivo de la ciudad, fue inventado en la Galería Vittorio Emanuele, justo en la entrada. El bar Camparino es parte de la historia de Milán: nació bajo el impulso del futurismo del 1900, se restauró en los años ‘70 y se amplió en los ‘90. En el Cementerio Monumentale, se puede visitar también la tumba de la familia, inspirada en la Última Cena de Leonardo da Vinci, aunque los milaneses prefieren llamarla El Último Aperitivo.

Piazza Duomo
Piazzale Cimitero Monumentale

 

10. La Scroffa semilanuta (la cerda semilanuda)

La leyenda dice que el nombre de Milano (Mediolanum) se debe al descubrimiento de este animal, mitad pelado, mitad lanudo. El bajorrelieve se encontró durante las excavaciones para la construcción del propio palacio, en el siglo XIII (más concretamente en 1233) y se puede ver en el Palazzo della Ragione, en Piazza Mercanti.

Piazza Mercanti

 

Dos lugares extras con historias interesantes

 

La Galería de los susurros

También en Piazza Mercanti, en el interior del viejo mercado cubierto, se pueden encontrar unos agujeros en las columnas (debajo de las placas de bronce que recuerdan los caídos por el Nazifascismo), los cuales producen un fenómeno acústico inusual que se produce bajo los arcos perfectamente abovedados, y que permite que al susurrar algo en ellos, nuestra voz llegue al lado opuesto del edificio. Según las leyendas, los comerciantes y espías medievales utilizaban estos agujeros cómo un método de comunicación secreto.

Piazza Mercanti

 

El vicolo dei lavandai

Caminando por el Naviglio Grande podemos encontrar este lavadero, construido alrededor del 1700 y que funcionó hasta la década de 1950, para que los habitantes del barrio lavaran su ropa. El lugar quedó en desuso en esa época, tras la invensión y expansión de los lavarropas. A pocos metros de allí, se puede visitar el atelier de varios pintores, en un hermoso patio escondido a metros del Naviglio.

Alzaia Naviglio Grande