La ciudad tiene una gran oferta de actividades de todo tipo para disfrutarla sin necesidad de gastar dinero o gastando muy poco. Algunas ideas para disfrutar Milán de una manera distinta.

L a ciudad de Milán es un lugar apasionante. Cuna industrial de la Italia moderna y capital del diseño, nada tiene que envidiarle a las grandes capitales europeas. Si bien es una de las ciudades más costosas del país, muchas actividades, paseos y lugares son gratis o cuestan muy poco. Una lista de opciones para los que cuidan sus bolsillos:

1. Entrar al Duomo

La Catedral de Milán es sin dudas el ícono de la ciudad. Ubicada en Piazza del Duomo, este gran coloso de mármol es lo más requerido por los turistas, que hacen colas larguísimas para poder visitarlo por dentro. La entrada cuesta 3 euros sólo para entrar a la catedral, si se quiere visitar las terrazas, habrá que gastar un poco más.

Si bien el precio es bastante accesible, se puede recurrir a una de las puertas laterales de la iglesia y solicitar entrar como un fiel, lo cual es totalmente gratis. Eso sí, no se puede caminar demasiado o sacar fotos. Otra opción es recorrerlo en su parte externa, donde se pueden ver más de 3 mil estatuas y encontrar muchas con representaciones extrañas.

2. Visitar el Castillo Sforzesco y el Parque Sempione

Es otro de los monumentos emblemáticos de Milán. La corte de la familia Sforza fue uno de los castillos más magníficos de toda Italia y hoy alberga importantes museos y es la puerta de entrada del Parque Sempione, uno de los más lindos de la ciudad.

Si bien la entrada a los museos no es costosa, el primer domingo de cada mes, el ingreso es libre y gratuito. El parque, es ideal para hacer un paseo y tomar algo en alguno de los bares del centro del mismo. Si se lo recorre completo, se puede llegar hasta el Arco de la Paz, un arco triunfal construido por Napoleón Bonaparte y que marca en línea recta, el camino hacia París.

La historia del Castello Sforzesco: la roca de Milán

3. La iglesia de Santa Maria presso San Satiro

Con entrada gratuita, esta iglesia fue construída en el Siglo XV y es mundialmente conocida por tener un “Falso coro” de Bramante, una pintura renacentista basada en la perspectiva, la cual da la sensación de que la capilla es muy grande, cuando en realidad tiene muy pocos metros. San Satiro se encuentra muy cerca del Duomo, por Via Torino.

Una de las mejores cosas que tiene este lugar, es que es muy poco conocido por los turistas, por lo que se puede acceder sin problemas y con mucha tranquilidad.

4. Ir a los Naviglii

Estos canales construídos para el transporte del mármol del Duomo y que han servido durante siglos para el desarrollo económico de la ciudad, hoy se han convertido en uno de los lugares de entretenimiento y esparcimientos con más onda de Milán.

Lleno de bares, pizzerías, trattorias y carritos de street food, una vuelta por estos dos canales te hará sentir que estas en Amsterdam. En Italia está permitido tomar cerveza en la vía pública, por lo que disfrutar de una mirando el atardecer sobre el canal puede ser un excelente plan para despedir el día.

5. Visitar el Cementerio Monumental

Es considerado un verdadero museo a cielo abierto por el esplendor de las capillas, tumbas, nichos y panteones. Se encuentran allí, los principales referentes de la cultura y la historia de la ciudad y llama la atención algunas de las obras de arte que decoran los aposentos de la familia Branca y Campari. En la puerta te entregan algunos folletos, suelen haber en español, donde puedes realizar una visita autoguiada.

6. Brera

Conocer la Academia de Brera, ubicado en el barrio del mismo nombre, uno de los más pintorescos de la ciudad. Se puede visitar de manera gratuita la pinacoteca, los jardines y hasta hacer un paseo por el jardín Botánico.

El barrio es un laberinto de calles empedradas con tiendas de diseño, restaurantes y joyerías. Muy cerca de allí se puede llegar al Cuadrilátero de la Moda, para conocer las principales casas de moda de la ciudad, eso sí, sólo para ver, los precios son desorbitantes!

7. Ir al Teatro de la Scala con billetes de “último momento”

Es considerado uno de los teatros más lindos y con mejor acústica del mundo. Para la presentación de la temporada es recurrente que acuda desde el Presidente de la Nación hasta las figuras más renombradas del espectáculo y la cultura de Italia.

Si te interesa la ópera un truco es comprar las entradas de último momento. Para ello, hay que presentarse el día del espectáculo que se quiera disfrutar, a las 13 del mediodía y anotarse en una lista de “espera”, en la billetería. Con paciencia, es indispensable volver a las 17,30 horas para hacerse de los tickets disponibles – si es que los hay – a precios que pueden rondar los 13 o 15 euros. Es indispensable realizar el pedido con un documento válido.

La Scala de Milán: el teatro insignia de la ciudad

8. Dar una vuelta por la Galería Vittorio Emanuele II

La gran galería techada que conecta la Plaza del Duomo con la Plaza de la Scala, es un paseo muy concurrido por turistas y locales, al que tarde o temprano terminarás atravesando ya que es un paso obligado por el que camina por el centro.

Construída a fines del 1800 en honor al Rey de la unificación italiana, esta galería guarda varias leyendas de tragedias y mala suerte. Hoy, convertida en el “salón” de Milán, deslumbra por su belleza a todo el que la visita.

Verás que en una de sus entradas, las personas se amontonan junto al escudo de Torino representado en el suelo de la galería. La leyenda cuenta que quien gira sobre su talón derecho sobre los testículos del toro por tres veces, tendrá buena suerte. Eso sí, hay que girar para atrás!

9. Entrar a una iglesia construida con huesos humanos

Sin dudas la iglesia más extraña de Milán: San Bernardino alle Ossa ( a los huesos) fue construída en el Siglo XII y junto a su nave central se puede llegar al “ossario”, una capilla donde cientos de calaveras y restos humanos decoran las paredes. Son varias las leyendas sobre el origen de estos huesos: un viejo hospital, delincuentes decapitados o cristianos mártires de las Cruzadas. Un lugar especial no apto para miedosos.

10. El Bosco Verticale

La parte más nueva de la ciudad, donde se encuentra la plaza Gae Aulenti, la plaza del Futuro. Diseñada por el arquitecto argentino César Pelli esta plaza tiene todo lo necesario para ser considerado uno de los lugares más innovativos del mundo: un centro comercial que se alimenta de paneles solares, edificios recubiertos de árboles y plantas.

En el centro comercial se puede encontrar unos tubos comunicadores con la ciudad, una fuente de aguas danzantes, la plaza de la Biblioteca de los Árboles y los rascacielos más altos de la ciudad.

11. Un paseo en Tram

Varias son las líneas de tranvía en la ciudad que todavía utilizan los viejos vehículos de los años ´20. Todos de madera, de andar sereno y con una pequeña capacidad, los Tram históricos fueron recuperados y restaurados luego de su destrucción durante la II Guerra Mundial. Hay varias líneas, pero quizás la 1 y la 2, son las mejores opciones para dar un paseo por la ciudad, yendo de barrios más alejados hasta el mismo centro de la ciudad.

Con un billete de 2 euros, cuya duración es de 90 minutos, se lo puede tomar tanto de ida como de vuelta. Una forma distinta de pasear por Milán.

12. El Palazzo Reale

El viejo palacio ducal ha visto pasar la vida de esta ciudad por siglos. Construído en el S XIIIde estilo neoclásico, ha sido por mucho tiempo la sede de los duques de Milán y luego de los distintos gobiernos hasta convertirse en museo.

Por lo general, se pueden encontrar muestras artísticas de ingreso gratuito, que además de llevarnos a conocer un poco del arte contemporáneo nos permiten descubrir este viejo edificio lleno de magia e historia. En el hall central, un gran cuadro de la Emperatriz María Teresa de Austria.