El digestivo de hierbas nacido a fines del 1800, por una vuelta del destino, se ha convertido en una bebida nacional en la lejana Argentina. Un recorrido por su museo, la fábrica y los 175 años de historia, de un amargo que es pasión de multitudes.

 

E n Argentina, todos los viernes a la noche, Fernet Branca es trending topic en Twitter. Los italianos no saben que esta bebida nacida en Milán en el 1845, en la provincia de Córdoba se ha convertido en un verdadero mito cultural identificatorio de la ciudad. Como no puede ser de otra manera, los cordobeses han reinventado estes tradicional amargo, y la toman en vaso largo y mezclado con Coca Cola.

Pocos saben que la fábrica madre de Fernet Branca está en Milán, muy cerca de la parada de la metro de Maciachini. Es el único establecimiento activo de la marca en Europa, y el único que opera en el medio de la ciudad. La fábrica Milán originaria se encontraba en la zona de Puerta Nueva, pero en 1910 se trasladó a la actual ubicación en el barrio de Bovisa, un barrio de obreros del norte de la ciudad.

En esta planta madre, Fernet Branca produce unas 20 millones de botellas de todas la gama de la firma, que se distribuye en diferentes partes del mundo. Sólo 12 millones, son botellas de Fernet. La planta de Argentina, ubicada en Tortuguitas, provincia de Buenos Aires, produce a su vez 55 millones de botellas, sólo de fernet, y sólo para consumo local. Bueno, algunas van para Chile, Uruguay y Paraguay, pero no tantas. Es la única destilería fuera de Italia de la marca.

Dibujo de la fábrica de Bovisa, construida a principios del S. XX

Dibujo de la fábrica de Bovisa, construida a principios del S. XX

Nacimiento

Fernet Branca nace en 1845 de la mano de Bernardino Branca, su fundador. Este farmacéutico encontró en una mezcla de hierbas, un tónico que mejoraba la vida de las personas que habían contraído el cólera y la malaria, dos enfermedades que afectaban a las personas en aquella época. Junto al médico suizo Fernet comienzan a comercializar este producto que rápidamente se hace famoso.

Luego de beber el amargo, la gente mejoraba notablemente, por lo que los socios decidieron comercializarlo. La mirra, por ejemplo, una de las especies utilizadas para la creación del fernet, es un excelente dilatador del estómago ya que estimula los jugos gástricos. De ahí que la bebida sea un óptimo digestivo.

Un caso que llena de misterio esta historia es la desaparición de Fernet, de quien nunca se supo absolutamente nada más; ni siquiera un descendiente con el pasar de los años se presentó a reclamar derecho alguno. De allí el nombre de la empresa “Fernet Branca”, aunque el mito popular en la ciudad de Milán habla de que el término podría ser la expresión de “hierro limpio”, dicho en dialecto milanés, en referencia al gran hierro que se usaba para mezclar la mirra a altas temperaturas.

Muestrario de hierbas con la que se produce el Fernet, dentro del Museo Branca de Milán

Muestrario de hierbas con la que se produce el Fernet, dentro del Museo Branca de Milán

A partir de este hecho, Branca funda la Sociedad Hermanos Branca, con su primer establecimiento en Corso Porta Nuova, en Milán. Allí, trabajaría sobre su amargo con sus tres hijos: Giuseppe, Luigi y Stefano. Un hecho que marcaría la historia de la fábrica, sería la participación en la Exposición Internacional de Londres en 1862, donde el producto se lanza en el mercado mundial obteniendo rápidamente un gran suceso.

La fuerte inmigración de la época, tanto a Estados Unidos como a la Argentina, los principales destinos de los italianos, hicieron que la llegada de Branca a estos países se diera casi de manera natural. En 1893 nace el logo de la marca. Realizado por Leopoldo Metlicovitz, uno de los artistas más importantes de ese período, un águila sobrevuela al mundo llevando entre sus garras una botella de Branca. La marca, desde su nacimiento, se orientó hacia la exportación, sin saber lo que más tarde llegaría a realizar.

Elementos del Museo Branca de Milán

Elementos del Museo Branca de Milán

Es recién en el año 1910 que la compañía se traslada a su actual establecimiento en Vía Resegone 2. Para esos años, Branca inaugura nuevas fábricas en Buenos Aires, en la calle Uspallata 40 en Parque Patricios, y en Nueva York. La fábrica de Vía Rosegone, en sus orígenes, era una pequeña ciudad donde todo se producía allí: huertos, sastrería, enfermería, carpintería: unos 900 obreros llegaron a trabajar en el lugar.

Recreación de una oficina de época, Museo Branca de Milán

Recreación de una oficina de época, Museo Branca de Milán

El Museo

Es el único amargo del mundo que tiene un museo, y todas las salas que lo comprenden, fueron refaccionadas para tal fin en el 2009, ya que se trataban de los pasillos de la fábrica, que aún opera. En Italia, hay un total de 46 museos de empresas, agrupados en la Asociación Musei Impresa. Las imágenes de los fundadores, un árbol de la vida de Klimt y todo tipo de elementos, afiches, viejas botellas y recuerdos decoran este emotivo museo, que para los fanáticos de la bebida, es realmente un santuario.

Se puede encontrar por ejemplo una gran rueda con todas las especies que se utilizan para la realización de la gran gama de productos que fabrica Branca: además de Fernet Branca y Branca Menta, encontramos Antica Formula, Punt e Mes, Carpano, Caffè Borghetti, Sambuca Borghetti, Grappa Candolini, Villa Branca, Stravecchio Branca, Templeton Rye, Magnamater, Match Whisky, Sernova, Passoã, Southern Comfort, Champagne Tsarine y De Luze. Desde los amargos hasta el coñac, el vermouth y el Whisky, Branca es una de las marcas globales de las bebidas espirituosas.

El Museo cuenta con una sección dedicada exclusivamente a la Argentina: y es que pocos saben que es allá, donde la fábrica tiene su destilería más grande. Sin embargo el Fernet de Sud América no es específicamente igual al de Milán: el agua, uno de los elementos más importantes en la elaboración de estos elixires, hace la diferencia.

No sólo el agua, sino también el alcohol utilizado, y la caña de azúcar, que en Sudamérica es más abundante, hacen que los catadores más exquisitos puedan encontrar diferentes tonos en el fernet milanés y el argentino. Llama la atención la vitrina de las copias. Cientos de marcas alrededor del mundo han intentado imitar el Fernet y Branca ha hecho una colección irónica de las imitaciones.

Fábrica de Fernet Branca en Milán

Fábrica de Fernet Branca en Milán

El secreto mejor guardado

Sólo los representantes de la familia Branca saben la receta exacta para la realización del Fernet Branca, uno de los secretos mejores guardados de la compañía, al igual que su compañero de fórmula cordobés, la Coca Cola.

Son 27 las hierbas, flores y raíces utilizadas para la elaboración del Fernet, de las cuales la dosis de la mayoría de ellas sólo la saben los técnicos que trabajan en la empresa, que mediante un estricto contrato de privacidad, no pueden relevar a nadie el secreto de fabricación. Pero los managers del laboratorio de Branca no lo saben todo: 5 de esas especies, solamente son dosificadas y mezcladas por un miembro de la familia Branca, quien en la soledad de una habitación, solo, lleva a cabo el histórico ritual. ¿Y cómo se hace en la producción argentina? Un miembro de la familia viaja cada tanto, y prepara las mezclas madres para las siguientes producciones.

Mucha son las leyendas que sobrevuelan el santuario del Fernet. Hay una que habla que fue la propia Maria Callas, la soprano absoluta ícono de la Scala de Milán, quien pidió agregar unas hojitas de menta a su fernet para hacerlo más agradable. En 1965, la empresa lanza al mercado Branca Menta.

En 1982 la empresa compra el 50 por ciento de las acciones del famoso Vermouth Carpano, de Torino, y 5 años más tarde, hace lo mismo con la Grappa Candolini, otro clásico italiano.

La chimenea de Branca

La vieja chimenea gris de la fábrica de Bovisa, durante la Expo Milán 2015, fue transformada por los artistas de street Art Orticanoodles. El mural, es uno de los más grandes de toda Europa, y representa las 27 hierbas usadas para la elaboración del mítico Fernet Branca.

La Academia

La fábrica cuenta con su propio instituto dedicado a la enseñanza de la realización de cócteles, pero también de marketing aplicado a los establecimientos afines como bares y restaurantes.

La fábrica

El establecimiento de Milán produce unas 55 mil botellas al día. El día que la visité estaba envasando Branca Menta y pudimos recorrer toda la línea de producción. Sólo 30 trabajadores se encargan de la realización del producto, y junto con otros 80 empleados en las áreas administrativas y gerenciales, Branca lleva adelante este proyecto mundialmente conocido. Desde la fábrica inmersa en el medio de la ciudad, la única en realidad que ha quedado en una Milán que se ha modernizado, se escucha pasar el Tram 2.

En la bodega, se encuentran los grandísimos barriles donde se almacena el Fernet por un año, pero también el brandy: en especial esta bebida, está guardada en el barril más grande de todo el continente, creado en 1910 para tal fin y el cual nunca fue descargado del todo. El líquido madre de más de 100 años que allí se contiene, transmite todas sus propiedades al nuevo producto, el cual se deja envejecer por 3 años. A diferencia del Fernet, que se deja madurar por 1 año, al brandy se lo hace envejecer. En total hay unos 800 barriles de esa bebida que respira a través de la madera de este recipiente gigante que parece una casa.

Branca cumple 175 años de vida y su establecimiento, que fue incluso afectado por los bombardeos de la IIGM, y que sirvieron como refugio antiaéreo para los vecinos de la zona, es hoy uno de los lugares más representativos de la ciudad. Una vieja fábrica, aún en pie, que se ha convertido en un mito cultural en países como Argentina y Estados Unidos, y que acá, sigue siendo una bebida de viejos y nostálgicos, que recuerdan a una Milán de un pasado perdido.

Info Útil

Las visitas guiadas al Museo Branca se hacen Lunes, Miércoles y Viernes a las 10 am y a las 3 pm. Son gratuitas pero es necesario reservar en este Link.
Se hacen en italiano en inglés. Si el grupo es grande, se puede preguntar con tiempo la posibilidad de realizarla en español. Duración: 40 min. aprox.

Dirección: Via Resegone, 2, Milán. (línea de la Metro amarilla, Tram 2 y 4. Parada Maciachini)

Teléfono: +39 02 851 3970

Web: http://www.museobranca.it/